Mi zapato nació en una fábrica de Don Pancho. Era muy bello cuando llegó a mí. Era muy cómodo. Me gustó mucho en cuanto lo vi, me fascinaron. Pensé, esos son míos.
Me los llevé a casa, los use en grandes ocasiones, en fiestas familiares, en desfiles de moda, en eventos culturales. Sin embargo, con el tiempo fueron perdiendo su encanto. Se pusieron tristes, opacos y poco a poco los fui olvidando en el clósets. Algunas veces intenté ponérmelos pero ya su aspecto no era de mi agrado. Finalmente, terminaron guardados en una caja, pues no me decidía a desaserme de ellos, Tal vez algún día lo haga.
Autor: Iris Sophia